El mole, un platillo prehispánico
No hay un platillo más perfecto para cualquier temporada del año, ni uno que se sienta más familiar, y definitivamente que sea comida para el alma que esta delicia.
Existen muchísimas variedades de mole, como el poblano, el michoacano, el mole amarillo, el pipián, el xiqueño, manchamanteles, negro... Además de que en cada hogar se prepara de acuerdo a la sazón de quien cocina; y aparte de ser un platillo casero, es tradición servirlo como plato principal en las fiestas patronales, bodas, y demás celebraciones. Y precisamente era utilizado para celebraciones, de acuerdo a lo que sabemos de su historia. Si quieres saber todo sobre esta salsa mexicana, sigue leyendo.
Leyendas del mole
Este platillo tan representativo de México tiene sus orígenes mucho antes de la conquista; hay varias versiones de sus orígenes, como una de que surgió en el Convento de Santa Rosa en Puebla, como creación de una monja, para complacer el paladar del virrey Tomás Antonio de la Serna y Aragón, quien pasaba por la ciudad.
Otra versión cuenta que se creó por accidente, también en la ciudad de Puebla, cuando Juan de Palafox, virrey de la Nueva España y arzobispo de Puebla, visitó su diócesis; fray Pascual, el encargado de la cocina, tiró los diferentes ingredientes a la cazuela donde se estaban cocinando los guajolotes para servir al virrey, resultando en un manjar... Aunque la verdad el mole es tan delicioso que nos resulta muy difícil creer que se creó por mera fortuna.
El mulli
En su definición más sencilla, “mulli” significa salsa, guisado o mezcla y es una palabra Náhuatl; y en la Historia general de las cosas de la Nueva España o en el Códice Florentino de Fray Bernardino de Sahagún (siglo XVI), se repite de manera constante al referirse a diferentes tipos de salsas, como el chiltecpin mulli o "mole hecho con chiltecpitl y tomates"; el chilcuzmulli xitomayo, un mulli de chilli amarillo con tomates, el huauhquilmolli que se elaboraba con amaranto y con "chilli amarillo, tomates y pepitas de calabaza" o el izmiquilmolli con chile verde.
A lo largo de la colonización, nuestro “mulli” se fue modificando al añadir especias traídas por los españoles, como anís de estrella, canela, nueces, entre otros, convirtiéndose en las más de 50 variedades de mole que existen hoy en día. Así pues, el mole no fue una creación accidental, ni fue elaborado para algún virrey en la Nueva España, si no que es un platillo que ha pasado por todo un proceso cultural (como nuestro país) y es parte de nuestro patrimonio.
Infinidad de recetas
Como ya lo mencionamos, existen muchos tipos de esta salsa, así como sus diferentes acompañamientos, ya sea pollo, guajolote (como se comía originalmente), cerdo, e incluso hasta versiones vegetarianas; lo cierto es que aunque no se sabe a ciencia cierta una receta única para prepararlo, hay moles que se componen de más de 100 ingredientes, aquí están algunos de ellos:
- Chiles secos
- Chocolate de metate
- Plátano macho
- Tortillas duras
- Ajo
- Cebolla
- Cacahuate
- Almendra
- Anís
- Ajonjolí
- Piloncillo
- Bolillo duro
- Canela
- Jitomates
- Clavo de olor
Y podríamos enlistar muchos más, empezando por el que nos hace abuelita en casa; ¿cuál es tu tipo de mole favorito? No te olvides de seguirnos en Instagram, Facebook y nuestro sitio web, donde puedes conocer todos los productos de Don Zabor, incluyendo muchos de los que necesitarás para crear tu propia versión del mole. Encuéntralos en cualquier Walmart, Superama, Bodega Aurrera, H-E-B, laComer, CityClub, Alsuper y en tu tienda más cercana.