Harina de almendra morena
¿Sabías que la harina de almendra que encuentras de manera comercial tiene muchos menos nutrientes de los que tienen las caseras?
Además de ser muy valorada por su alto valor nutricional y el sabor que aporta a los diferentes platillos y postres que la incluyen en su preparación, esta harina es adecuada para celíacos porque no tiene gluten. Así que no solo es buenísima para tu salud, sino que ni siquiera se te va a inflamar el estómago cuando comas esos postrecitos tan deli que la tienen.
Lo cierto es que prácticamente todas las harinas de almendras que venden en el súper son de almendras blanqueadas y sin piel, lo cual se traduce en un producto menos saludable de lo que podría ser.
Por ello nos tomamos la tarea de compartir contigo la receta para una harina de almendras morena, ¡tostadita y con piel dorada!
¿Por qué con piel?
Seguramente habrás escuchado que las almendras tienen efectos antioxidantes, y esto se debe a los polifenoles, unas sustancias químicas que se encuentran en algunas plantas y que tienen capacidad antioxidante; y la piel de las almendras contiene altos niveles de polifenoles, por lo cual, aunque hace que las almendras sean un poco más difíciles de digerir, lo ideal es mantenerla en nuestras preparaciones con este fruto.
Cabe mencionar, que además de polifenoles, tiene vitaminas, hierro, fibra, proteína... En fin. Es un aliado para una alimentación sana (especialmente si tu dieta es vegana o vegetariana).
La receta más sencilla del mundo.
No vamos a enlistar los ingredientes porque literalmente necesitamos sólo uno: almendras, todas las que quieras, una taza, dos tazas, un kilo. De verdad, todas las que quieras. También necesitarás una sartén, o bien una bandeja si prefieres hacerlas en el horno, y una licuadora relativamente potente.
Preparación
- Pon las almendras en una sartén a fuego bajo, hasta que empiecen a cambiar un poquito de color y oler a tostado. Esto te llevará entre 5 y 10 minutos, dependiendo de la frescura de las almendras.
- Retira del fuego y déjalas enfriar por completo (este paso es absolutamente necesario).
- Tritura las almendras en la licuadora hasta que se forme la harina. Deberá quedar con textura arenosa.
¡Listo! Algunos tips que tienes que tomar en cuenta:
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Si a pesar de esta receta prefieres quitarle la piel, es muy fácil hacerlo, sólo remójalas 1 minuto en agua hirviendo, pásalas por agua fría y ya está, la piel se sale solita. Si esto no pasa, no te preocupes, pásales un paño o servilleta para quitarles la piel.
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Es imprescindible tostar las almendras ya que al contrario en lugar de una harina, terminarás con una pasta (que también sabe deliciosa pero no servirá como harina).
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Si prefieres tostarlas en el horno, déjalas de 10 a 15 minutos removiendo las almendras justo a la mitad de su cocción para que el tostado sea más uniforme.
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Al triturar las almendras asegúrate de hacerlo sólo hasta que veas la textura arenosa pues si pasa mucho tiempo también terminará siendo una pasta.
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Ve triturando en tandas pequeñas; es decir, no pongas en la licuadora medio kilo de almendra, sino ve poco a poco, taza por taza, para evitar sobrecargar la licuadora.
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Nuestra sugerencia para mantener la frescura y nutrientes de la harina es que la hagas antes de usarla, o máximo un par de días (y mientras la usas asegúrate de guardarla en el refrigerador).
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También puedes tamizar la harina para eliminar grumos o remover trozos grandes.
Si haces tu harina morena, ¡mándanos la foto! Y recuerda que además de las almendras de mejor calidad, puedes encontrar todos los productos de Don Zabor en cualquier Walmart, Superama, Bodega Aurrera, H-E-B, laComer, CityClub y Alsuper.
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